Para ver la central de generación de energía eléctrica Hidroituango, además de 175 kilómetros recorridos durante cuatro horas por carretera pavimentada desde Medellín hasta el municipio de Toledo, con cinco mil habitantes en la región norte de Antioquia, se necesitó un apagón total en 1992, decenas de estudios de factibilidad de una obra considerada faraónica sobre un territorio habitado por pequeños ganaderos, pescadores, productores de café, cacao, mineros artesanales, víctimas de diferentes grupos armados y hasta desplazados por el bravo Cauca, el segundo río más grande de Colombia.
En el trayecto de 13 kilómetros hacia uno de los accesos a Hidroituango por el corregimiento El Valle de Toledo, la temperatura supera el promedio de 19 grados Celsius y ya son parte del paisaje los trabajadores y vehículos de EPM y la empresa contratista Schrader Camargo. Trabajadores sudorosos y máquinas van y vienen por la vía principal que conduce de Medellín a Cartagena, pasa por Barbosa, continúa en Donmatías, la población que se hizo famosa por maquilar jeans y prendas en denim a multinacionales como Levi’s en los años 90 y atraviesa los campos lecheros de Santa Rosa de Osos, San Andrés de Cuerquia y San José de la Montaña.
Hidroituango, la megaobra que domina el cañón del río Cauca
Un puesto de control con vigilancia privada y miembros del Ejército sobre la vía destapada, enormes volquetas, hombres y mujeres con botas y cascos de trabajo pueblan el llamado cañón del río Cauca donde se ubica el Proyecto Hidroeléctrico Ituango, en un tramo del caudal nacido en el sur del país, que desciende 800 metros hasta el sitio de la presa.
La presa, es decir el muro de contención del río para que opere Hidroituango, tiene forma de pirámide, su base mide cerca de 1 kilómetro y tiene una altura de 225 metros, más alta que el edificio Coltejer en Medellín que mide 175 metros o la torre Colpatria en Bogotá que mide 196 metros. En su construcción, utilizaron 20 millones de metros cúbicos de tierra con diferentes especificaciones técnicas de impermeabilidad.
Esa mole y toda la operación de Hidroituango están monitoreadas permanente desde el Centro de Monitoreo Técnico (CMT), uno de los más modernos del mundo, utilizado para vigilar y prevenir contingencias como la ocurrida en mayo de 2018, mediante el control de 3.600 variables definidas para proteger a las poblaciones en las áreas de influencia del proyecto.
Entre las áreas monitoreadas al detalle están el vertedero y la casa de máquinas. El vertedero, que abre y cierra mediante un sistema de cuatro compuertas, se utiliza para evacuar crecientes. Es un espacio similar a cuatro canchas de fútbol reglamentarias con capacidad para evacuar hasta 22 veces el caudal normal del río Cauca.
La casa de máquinas es una construcción equivalente a un edificio de 17 pisos y tuvo que ser inundada durante la contingencia. Allí, ya están operando las primeras cuatro de ocho turbinas proyectadas.
Todas deberán estar en funcionamiento en 2027 para generar 2.400 MW al Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo que le permitirá atender la demanda de energía de una ciudad de cerca de 5 o 6 millones de habitantes y convertirse en una de las 10 centrales de generación de energía más grandes de Suramérica.
Una sola unidad de generación de (300 MW) puede suministrar energía a una población con 540 mil habitantes, es decir que está en capacidad de abastecer una ciudad completa como Ibagué o Pereira.
Además de la casa de máquinas, Hidroituango tiene otra caverna que cuenta con 25 transformadores de potencia, cada uno pesa 110 toneladas, es decir, lo equivalente a un tren de 3 vagones del Metro de Medellín.
Por cada cuatro unidades de generación, hay un túnel de descarga para retornar el agua al río Cauca después de que ha pasado por las turbinas que generan la energía y llega a unos 1.400 metros aguas abajo de los puntos de captación.
El embalse, que es un gran depósito de agua, tiene una extensión de 79 kilómetros, la misma distancia, por ejemplo, que hay entre la ciudad de Bogotá y Melgar o entre Medellín y Santa Rosa de Osos. La regulación de este emporio hidráulico se maneja desde salas de control y edificios de oficinas a las que se suman una subestación principal a donde llegan los cables de potencia aislados.
Largo y difícil camino de EPM y 16 municipios por Hidroituango
Llegar a ver lo que es Hidroituango hoy, no ha sido un camino fácil para el Grupo EPM que ha invertido 2,6 billones de pesos en los 16 municipios que hacen parte de las áreas de influencia e interés de la central y se conocen como las subregiones Norte, Occidente y Bajo Cauca antioqueño.
Durante las últimas décadas las comunidades de esos municipios también han conformado organizaciones como el Movimiento Ríos Vivos para reclamar derechos ambientales e indemnizaciones por el impacto de estas megaobras.
Según el ojo con el que se mire, en el Occidente de Antioquia, los municipios beneficiados o afectados por Hidroituango son: Santa Fe de Antioquia, Liborina, Sabanalarga, Peque, Olaya y Buriticá; en el Norte están Yarumal, Briceño, Toledo, San Andrés de Cuerquia, Ituango y Valdivia, que también tiene territorio en el Bajo Cauca, donde Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí hacen parte del área de interés del proyecto.
Aunque Hidroituango acaba de salvar a Colombia de vivir otro apagón, el presidente Gustavo Petro, sin razón para muchos, levantó una nueva polémica justo cuando la gerencia del proyecto dio por superada la grave contingencia de mayo de 2018 ocasionada por el taponamiento no controlado del Túnel de Desviación Derecho (TDD) del río Cauca que generó incertidumbre entre las comunidades.
“Nunca se debió haber hecho la represa de Hidroituango. Nunca se debió haber hecho la represa del Quimbo. Ah, que entonces cómo se desarrolla el país. Sí, el desarrollo es el crecimiento de la vida, no acabar la vida».
En Antioquia, casi al unísono, funcionarios como el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien también preside la Junta Directiva del Grupo EPM, empresa socia y ejecutora de Hidroituango; y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, como representante del Departamento dueño de la central a través del Instituto de Desarrollo de Antioquia (Idea), unieron sus voces a las de dirigentes cívicos y líderes de 35 gremios en defensa de Hidroituango que hoy le está generando 1.200 megavatios de energía limpia y renovable al Sistema Interconectado Nacional y ayudó a superar sin apagón el Fenómeno del Niño en marzo pasado.
Cómo superó EPM la contingencia después de seis años
Después de seis años de vicisitudes, con grandes pancartas sobre una mole de concreto, la empresa constructora de megaobras y contratista, Schrader Camargo, celebró junto a EPM el hito de ingeniería de Hidroituango conocido como cierre del Túnel de Desviación Derecho (TDD) el pasado 19 de septiembre de 2024.
Con las botas y los cascos bien puestos, Juan Pablo Hernández de Alba, director de Asuntos Corporativos de Schrader Camargo, el alcalde de Medellín y presidente de la Junta de EPM, Federico Gutiérrez; el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón y el gerente general de EPM, John Maya Salazar, algunos ingenieros, trabajadores e invitados inspeccionaron los trabajos finales.
Gratitud les expresaron a todos los trabajadores del Grupo EPM, representados por el ingeniero William Giraldo Jiménez, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía, quien lideró a cerca de 6.500 personas para rescatar a Hidroituango y evitar una tragedia aguas abajo, en las zonas de influencia.
El Túnel de Desviación Derecho, utilizado provisionalmente para desviar el río, quedó obstruido por palos y piedras, luego sufrió un destaponamiento por donde salieron alrededor de 5.000 metros cúbicos por segundo de agua provisional utilizado para desviar el río cuando se construía la presa el 12 de mayo de 2018.
El Túnel de Desviación Derecho tuvo un taponamiento natural en 2018 y posteriormente, sufrió un destaponamiento por donde salieron alrededor de 5.000 m3/s de agua el 12 de mayo de 2018.
Con EPM, ingeniería inédita en el mundo, tecnología de punta innovadora, diseños modelados en la Universidad de Utah, Estados Unidos, la compañía Schrader Camargo, encargada de la terminación de las obras civiles en esa zona del proyecto, aplicó diversos métodos y soluciones técnicas para desviar las aguas del túnel derecho a la descarga intermedia y así poder entrar a trabajar en seco en la construcción del monumental tapón de concreto.
En la intervención, se instalaron 63 micropilotes y se lanzaron 107.653 esferas de material epóxico y 106 toneladas de material plástico con mezcla de concreto y otro tipo de sedimento con diferentes espesores.
Al concluir el trabajo de alta ingeniería, en condiciones secas y seguras, lograron ingresar al Túnel de Desviación Derecho con cuadrillas y maquinaria para construir el pretapón y el tapón definitivo de concreto.
El túnel se selló definitivamente con un tapón de concreto de 33 metros de longitud, 14 metros de ancho y 25 metros de altura en forma de herradura y la obra se ha convertido en una hazaña de ingeniería en la construcción de centrales hidroeléctricas y se salvó el país de un apagón.
Capacidad Efectiva Neta del Sistema Interconectado Nacional
Vea aquí la obra realizada por 6.500 trabajadores:
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