Estos emblemáticos cigarrillos nacieron en Medellín en 1924, en 2005 pasaron a ser parte de la compañía Philip Morris y en 2019 dejaron de producirse en Colombia
Cuando se habla de productos de exportación colombianos, en lo primero que se piensa es en el café, pues Colombia es el segundo exportador de café a nivel mundial, incluso el territorio recibe el apodo del «país cafetero». Pero contrario a lo que muchos pensarían, el primer producto de exportación que le dio estabilidad económica y política a Colombia, fue el tabaco, que junto al oro y la quina, así como con los sombreros de paja, empezaron a expandir las fronteras comerciales. Entre los cigarrillos más famosos del país se encuentran los Pielroja, los cuales eran distintivos gracias a su imagen de un Indio.
Aunque este producto fue bastante significativo durante años en Colombia, pues era el cigarrillo de cabecera tanto de ricos como de pobres, ahora su producción y embalaje se dan lejos de la tierra que lo vio nacer.
Cigarrillos Pielroja, historia de un icono de Colombia
En 1924 comenzó a circular en Medellín un cigarro ovalado, dulce y negro llamado Pielroja, que más allá de su calidad, se distinguió por la imagen del indio con su tocado de plumas que ilustraba la cajetilla. Tuvo como antecedentes las marcas ‘Victoria’ y ‘Pierrot’ ambas de origen Antioqueño que al crearse la tabacalera fomentaron el cultivo de tabaco negro en Santander, región que desde el siglo XIX producía los mejores tabacos del país.
Al principio se usaban tabacos turcos negros y amarillos, que luego fueron reemplazados por tabacos norteamericanos y finalmente por los negros de Santander.
En 1923, antes del registro de la marca, Ricardo Rendón quien ocasionalmente realizaba trabajos para la compañía de tabaco recibió el encargo de idear una propuesta de diseño con su técnica propia en caricatura para un nuevo cigarrillo al que además debía encontrarle un nombre.
El maestro Rendón presentó una cajetilla que mostraba el perfil de un indio mirando a la izquierda, con un gesto fuerte en la boca y un tocado de plumas en número once, todo esto en un dominante color rojo. Esta imagen caracterizó el nuevo producto hasta los años cuarenta cuando existen dos versiones para mercados diferentes: una la de Rendón y la otra de Miguel Ángel del Río.
El Pielroja cruzó rápidamente las fronteras desde 1935. Primero llegó a Ecuador, Suiza, Ucrania y Estados Unidos, y años después tocó tierras de Venezuela, España, Uruguay, Panamá, Aruba, Holanda, hasta llegar décadas más tarde a Rusia y el mundo árabe.
La popularidad de este cigarrillo llegó a tal punto que todos aquellos que fumaban en 1967, año de la famosa huelga de la Colombiana, recuerdan el colapso que produjo la escasez de Pielroja entre sus adeptos.
De acuerdo con lo que registra el diario El Tiempo, la huelga de los trabajadores de la Compañía Colombiana de Tabacos paralizó la producción de los 17 mil millones de unidades que se hacían en el país y los cigarrillos, cuyas cajetillas se vendían en las tiendas a 1,20 pesos, comenzaron a esfumarse, y en las esquinas se comenzó a cobrar a 10 centavos la fumada de Pielroja.
Tras 47 días, el conflicto laboral cesó y los Pielrojas volvieron a inundar de humo las calles, bares y cafés, como si hubieran nombrado Papa en Colombia. Así fueron los años de gloria de la marca de cigarrillos, que junto con la panela y los huevos, llegó a ser considerado producto de la canasta familiar.
Dos cajetillas diarias de Pielroja sumaban 730 al año. Además de placentero, era normal. pic.twitter.com/AJLUcdpuvo
— Gonzalo Guillén (@HELIODOPTERO) April 11, 2022
El decaimiento de los Pielroja en Colombia
Sin embargo, le costó enfrentarse a la fuerte llegada de cigarrillos rubios de Estados Unidos con filtro. La compañía sacó al mercado un Pielroja con filtro pero no evitó que muchos de sus fumadores se cambiaran al Marlboro o los cigarrillos mentolados. y así duró varios años, haciendo fuerte a la diversificación del mercado.
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En 2005, Coltabaco fue adquirida por la tabacalera multinacional Philip Morris. De acuerdo con BBC Mundo, la compañía aceptó una oferta por US$310 millones presentada por GWP C.V., una compañía holandesa filial de Philip Morris Internacional; con esto adquirieron las marcas de cigarrillos como Pielroja, Royal, Boston e Imperial.
En 2019, Coltabaco cerró sus plantas de producción en Medellín y Barranquilla. En consecuencia también se dio la finalización a la compra de tabaco; en su momento, atribuyeron su decisión al incremento del contrabando en el país, no sin antes admitir que la industria mundial le estaba apostando a alternativas libres de humo.
Después de 4 años de que la icónica marca salió completamente de Colombia, en 2023 cumplió 100 años de su existencia. Según menciona El País, los cigarrillos del indio de 11 plumas, desde hace varios años se fabrican en México. A pesar de que su producción y embalaje se dejo de hacer en el país que lo vio nacer y establecerse como uno de los más populares, aún es posible ver circulando las cajetillas en diferentes comercios.
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