Son dos las investigaciones disciplinarias que pueden llevar a apartarlo del cargo que se suman a la que enfrenta en la Corte Suprema por presunta corrupción
Tras el apoyo que le brindó a su campaña presidencial que terminó siendo clave para su victoria en la Costa, Gustavo Petro decidió premiar al exsenador Armando Benedetti con una de las Embajadas de mayor relevancia, la de Venezuela, algo que causó controversia porque fue apenas uno de los primeros nombramientos diplomáticos para amigos del gobierno que se hicieron ignorando la carrera diplomática. El barranquillero no alcanzó a estar posesionado cuando se restablecieron las relaciones, pero sí cuando se reabrieron las fronteras, aunque no fue nada de esto lo que más destacó durante su paso por el país vecino, sino las controversias.
Mientras estaba allá fue que estalló el escándalo por las presuntas chuzadas a Marelbys Meza, exniñera de Laura Sarabia, en el que terminó implicado y que terminó motivando su salida y, ahora, más de un año después, le salió otro lío relacionado con dicha estancia.
La Cancillería, hoy con Luis Gilberto Murillo a la cabeza, pero en ese entonces manejada por un Álvaro Leyva que nunca tuvo una buena imagen de Benedetti, evidenció que en junio de 2023, cuando aún era Embajador, el barranquillero salió repetidas veces de Venezuela sin autorización expresa de la entidad, lo que constituye una falta grave que puede desencadenar la suspensión o destitución de su actual cargo como Embajador en la FAO y que incluso podría tener repercusiones penales que le competiría revisar a la Corte Suprema de Justicia.
Otra más para la lista
Esto se da apenas semanas después de que la exesposa de Benedetti, Adelina Guerrero, lo denunciara por agresión mientras ambos se encontraban en Madrid, España. Su fuero diplomático lo salvó de ser detenido, pero, aunque tarde, la Cancillería tomó cartas en el asunto y le abrió una investigación, por lo que ya son dos las que enfrenta el Embajador en la FAO ante dicha entidad que se suman a la que tiene en la Corte por el caso Fonade. El propio canciller Murillo aseguró recientemente que nadie es intocable y que la próxima semana ya habría una decisión sobre el tema de la presunta agresión.
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