En un giro sorprendente, Pastor Alape, excombatiente de las antiguas FARC, emerge como una figura política en Puerto Berrío y desafía todos los estereotipos. Su candidatura a la alcaldía es una demostración viva de que los acuerdos de paz pueden funcionar y cambiar el rumbo de una comunidad.
Este exguerrillero se presenta como un abanderado de la participación y la equidad en la administración local. Su compromiso con la paz es innegable, ya que prioriza los diálogos con los grupos armados que han asolado el municipio durante años. Alape entiende que la paz es un objetivo alcanzable que requiere la colaboración de todos: gobierno, ciudadanos y actores armados. Su visión audaz es la clave para acabar con la violencia arraigada en Puerto Berrío.
Pero Pastor Alape no se detiene ahí. Él sostiene que la paz comienza con condiciones de vida dignas, reconociendo que la insatisfacción con el entorno es a menudo lo que impulsa a los jóvenes hacia las armas, tal como fue su propio caso. En una entrevista explosiva con el periódico El Espectador, expresó: «Por este río salí a tratar de cambiar el país a punta de plomo y ahora vuelvo por él a ver si lo puedo cambiar con los votos». Sus palabras son un recordatorio impactante de su transformación y su compromiso inquebrantable con la paz.
El cambio que propone no se limita a la construcción de infraestructuras físicas como carreteras, parques o estatuas. Pastor Alape busca reconstruir la sociedad desde sus cimientos, promoviendo valores fundamentales como la tolerancia y el diálogo. Si bien se compromete a mejorar las condiciones materiales del municipio, su enfoque primordial es construir un Puerto Berrío en paz, donde estas infraestructuras puedan prosperar en un entorno de progreso y armonía.
Pastor Alape es la voz de la transformación en Puerto Berrío y su candidatura representa una oportunidad única para un futuro lleno de esperanza y reconciliación en la región.